18 Abr ¿Como tener Libertad Financiera y qué es para mí?

Cómo tener libertad financiera

Descubrir cómo tener libertad financiera puede llevarnos toda la vida. Pero también puede ser algo en lo que comencemos a trabajar hoy mismo, pasando a la acción, incorporando los hábitos adecuados y vinculándonos mejor con el dinero.

Creo que es súper importante aprender a manejar las finanzas personales. Es, sin dudas, un camino de aprendizaje y de dedicación. Necesitamos incorporar conocimientos, claro que sí. Pero también necesitamos que nuestras acciones se traduzcan en hábitos.

Hoy voy a contarte cómo alcanzar la libertad financiera que querés ¿preparado?

Libertad financiera ¿qué es?

Hay quienes consideran que ser financieramente libres significa tener mucho dinero. Sin embargo, esta es una creencia errónea.

De acuerdo con la definición más clásica del concepto de libertad financiera, esta consiste básicamente en: disponer de los medios económicos suficientes para cubrir todas nuestras necesidades, en un período de tiempo, sin depender exclusivamente de un sueldo.

En este caso, se hace referencia a esa sensación de libertad que podemos llegar a experimentar al no estar atados a un determinado trabajo. Podemos prescindir de ese empleo porque no necesitamos ese dinero para poder vivir.

Pero a mí me gusta pensar más allá de este concepto. La libertad financiera en mi opinión implica que podamos relacionarnos de forma saludable con el dinero.

En este sentido, el equilibrio es la clave. Poder equilibrar nuestro nivel de ingresos y gastos es fundamental. Esto es lo que nos va a permitir ahorrar y luego, con ese dinero, podremos invertir para generar cierto rendimiento. Así, poco a poco, nos iremos acercando a la tan ansiada libertad financiera.

¿Cómo conseguir la libertad financiera?

Nos hemos acostumbrado a pensar que la libertad financiera es para unos pocos privilegiados. Por alguna razón, muchas personas creen que solo aquellos que tienen ingresos muy altos pueden darse el lujo de llevar sus finanzas con total tranquilidad.

Pero, como ya dije antes, no se trata de ganar más dinero, se trata de cambiar la forma en que nos relacionamos con este.

Por ello, considero que cualquier persona puede conseguir la vida financiera que desea. La clave está en tener un mayor control sobre nuestro dinero. Para ello, hay algunos pasos que resultan clave:

Cambiar la visión que tenemos del dinero

Lo que comenté antes, eso de pensar que la libertad financiera está atada a altos ingresos es la visión que hay que cambiar. Por supuesto que diversificar y aumentar nuestros ingresos puede ayudarnos a llegar más rápido a nuestra meta. Pero eso no quiere decir que si no ganamos más dinero no podremos lograr nuestros objetivos.

Lo primero entonces es cambiar la visión que tenemos con respecto a nuestras finanzas y al dinero. Es necesario eliminar esas creencias limitantes que no nos permiten poner el foco en nuestras metas y en las acciones necesarias para alcanzarlas.

Recordá que, si tenés una visión y un plan podés lograr eso que hoy te parece imposible, en este caso, la libertad financiera.

Analizar el punto de partida

¿Dónde estás parado hoy con respecto a tus finanzas? Si no conocemos nuestro punto de partida es mucho más difícil trazar un plan para alcanzar nuestras metas. Por ello, antes de sentarte a definir objetivos y acciones para alcanzarlos, es necesario comenzar por determinar cuál es nuestra situación hoy.

Para conocer el estado de nuestras finanzas es clave evaluar qué deudas tenemos y cuáles son sus montos. Esto nos va a permitir hacer un plan de pago acorde con nuestras posibilidades.

A continuación, hay que calcular nuestros fondos, es decir, el dinero del que disponemos. Esto es el efectivo, cuentas bancarias, dinero invertido de alta liquidez y ahorros. A eso vamos a agregarle el sueldo o los ingresos que recibimos por nuestra actividad laboral todos los meses.

En este punto es importante también incluir los costos que tenemos. Para eso, vamos a sumar nuestros gastos fijos y variables.

Recordá que dentro de estos últimos se suelen esconder los llamados gastos hormiga. Se trata de pequeños desembolsos de dinero que muchas veces hacemos sin darnos cuenta. El problema con ellos es que al final del mes pueden representar un costo significativo dentro de nuestras finanzas.

Definir metas

La libertad financiera debe estar vinculada a una meta. Si la meta es tener dinero porque si, probablemente no podamos mantener la motivación necesaria para ser constantes con el ahorro y el control de gastos. Si no sabemos para qué queremos el dinero ni porqué lo gastamos, estamos perdidos.

Por eso recomiendo definir metas financieras. Estas pueden dividirse entre metas de corto y largo plazo. Las primeras sirven para generar constancia y disciplina y, al mismo tiempo, crear nuevos hábitos. Las de largo plazo sirven para mantener la motivación y el enfoque.

Trazar un plan

Ya sabemos cuál es nuestro punto de partida. También tenemos en claro hacia donde queremos ir. Solo resta definir cómo lo haremos. Para eso necesitamos trazar un plan.

Nuestro plan debe contemplar:

• Nivel de ingresos.
• Monto que podemos destinar a ahorro.
• Gastos fijos.
• Gastos variables.

En función de toda esta información podemos comenzar a crear el fondo de emergencia del que hablé el otro día. Esto es clave para tener la tranquilidad de que ante cualquier contingencia estamos cubiertos en cuanto a nuestras finanzas.

Además, al tener un fondo de emergencia ya podemos comenzar a invertirlo en instrumentos de bajo riesgo.

Pero ¡ojo! Porque para llegar a ese punto, antes tendremos que ser muy constantes en el hábito del ahorro.

Generar rentas pasivas

Ya vimos que la libertad financiera implica tener la capacidad económica para cubrir todas nuestras necesidades en un período de tiempo, trabajando lo menos posible. Para conseguir esto, además de las recomendaciones anteriores, sugiero generar rentas pasivas.

¿Qué son las rentas pasivas? Se trata de ingresos que generamos sin la necesidad de dedicar todo nuestro tiempo en esa tarea.

Algunos ejemplos de rentas pasivas:

• Intereses y dividendos. Cuando invertimos en bonos o acciones podemos generar intereses y dividendos. Al comprar bonos se reciben pagos periódicos en concepto de intereses. Mientras que, al comprar acciones, cada cierto tiempo se reparten dividendos. Con lo cual, en ambos casos se puede obtener una ganancia más o menos regular.
• Alquiler de inmuebles. Otra alternativa para generar rentas pasivas es el alquiler de inmuebles.
• Ingresos extra. En este caso puede ser algo vinculado a tu actividad laboral o no. Por ejemplo, vender cursos online o hacer marketing de afiliados.

Lo interesante del concepto de libertad financiera es que se trata de un objetivo posible. Pero, sobre todo, se trata de un cambio total de enfoque para lograr una relación más saludable con el dinero. En definitiva, es una transformación que te brinda beneficios en todos los aspectos de tu vida.

Lo mejor: podés comenzar hoy mismo.